Sitio Arqueológico de Copán
Copán fue la capital de un importante reino maya entre el siglo V y el Siglo IX. Hoy en día Copán Ruinas es considerada como el París del mundo Maya en Centroamérica.
Historia
Ubicada en lo que actualmente es el municipio de Copán Ruinas ―a 1,5 km del parque central del pueblo―, dentro del departamento de Copán, en la zona occidental de la Honduras, a 10,6 km al este de la frontera con Guatemala. Se encuentra a orillas del río Copán, que con el paso de los años la erosionó hasta que en 1940 tuvo que ser desviado para evitar que dañara más el sitio. La ciudad de Copán fue fundada por los mayas en el siglo V y poblada hasta más allá del siglo IX, quedó abandonada hasta que en 1576 los conquistadores españoles la registraron en una carta enviada al rey Felipe II. Aun debió esperar casi 400 años para que los arqueólogos la estudiaran y la reconstruyeran. En la actualidad forma parte de la llamada «ruta maya».
En 1839, el explorado John Lloyd Stephens la consideró una obra maestra de la antigüedad. Hoy, es rica en esculturas de piedra e intrigantes jeroglíficos que hacen de Copán uno de los más extraordinarios sitios mayas que existen en la actualidad.
El nombre Copán está registrado como tal desde el siglo XVI y parece ser de origen náhuatl. Se lo supone compuesto por el término «cu» o «cue» (templo piramidal) y el locativo «pan»; lo cual se puede traducir como ‘el lugar de las pirámides’. Algunos autores antiguos, en cambio, dan una etimología maya explicando el nombre «kopán» como ‘enrollado’ o ‘enroscado’. Es probable que los propios mayas la llamaran Oxwitik [oshgüitík] o Xukpi [shúkpi]. De los tres períodos en los que se divide la civilización maya, la ciudad de Copán aparece fundada a mediación del período clásico (del 250 al 900 n. e.), y debe haber sobrevivido varias décadas del período posclásico (del 900 al 1500 n. e.). Por las últimas investigaciones e interpretaciones se asume que en su época de mayor esplendor ―alrededor del siglo VIII―, podría haber tenido unos 20 000 habitantes.
Cifra de habitantes que sólo ha sido vuelta alcanzar en los años 80 del siglo XX. Se asume que los fundadores llegaron a la zona en los alrededores del siglo IV, desde algún otro punto de la América Central. Su historia está muy ligada la ciudad de Quiriguá, a tan sólo 50 kilómetros (a vuelo de pájaro) al norte y la que le tributaba.
En 738, la ciudad sufrió la derrota de su soberano; Uaxaclajuun Ub’aah K’awiil, capturado y ejecutado por su antiguo tributario K’ak’ Tiliw Chan Yopaat de Quiriguá. Como resultado de este evento existe un período de 17 años sin registros históricos, durante el cual se supone que Copán estuvo sometida a su vecina del norte. También estuvo ligada a otras ciudades mayas como Tikal y Laabatún; como también a otras no mayas como es el caso de Palenque. La ciudad desarrolló su propio estilo escultórico en el marco de la tradición de las Tierras Bajas mayas; quizás como un modo de enfatizar la pertenencia a esa cultura de los gobernantes locales.
Ubicada en un paisaje majestuoso en el occidente de Honduras, la ciudad vio cómo la escultura maya alcanzaba su máxima expresión artística.
Redescubrimiento
Aunque los conquistadores tuvieron conocimiento de su existencia desde el propio siglo XVI con ese mismo nombre. Diego García de Palacio, oidor de la Real Audiencia de Guatemala, fue el primero en dar noticia sobre Copán, al menos por escrito, a su majestad el rey Felipe II (1556-1598), en fecha 8 de marzo de 1576. Pero no es hasta el año 1771 cuando sus ruinas son visitadas por dos italianos enviados por Carlos III (1716-1788), quien quería hacer una “Historia de América Precolombina”. Y en 1886 el inglés Alfred P. Maudslay en sus viajes por América Central la visito, nombrando algunas de sus estructuras. Aparentemente tras su abandono humano, el río de Copán varió su curso y cortó parte de la Acrópolis hasta que en 1935-1940 se volvió a encausar en cooperación con el Gobierno de Honduras.
Aunque los conquistadores tuvieron conocimiento de su existencia desde el propio siglo XVI con ese mismo nombre. Diego García de Palacio, oidor de la Real Audiencia de Guatemala, fue el primero en dar noticia sobre Copán, al menos por escrito, a su majestad el rey Felipe II (1556-1598), en fecha 8 de marzo de 1576. Pero no es hasta el año 1771 cuando sus ruinas son visitadas por dos italianos enviados por Carlos III (1716-1788), quien quería hacer una “Historia de América Precolombina”. Y en 1886 el inglés Alfred P. Maudslay en sus viajes por América Central la visito, nombrando algunas de sus estructuras. Aparentemente tras su abandono humano, el río de Copán varió su curso y cortó parte de la Acrópolis hasta que en 1935-1940 se volvió a encausar en cooperación con el Gobierno de Honduras.